NUCLEARIS – “N-1”: Hacia una  reinvención en la generación de  energía nuclear  

Por Eduardo Cassullo

Mientras el mundo enfrenta la urgente necesidad de transitar hacia fuentes de energía sostenibles, la energía nuclear se revaloriza como una de las fuentes más confiables y seguras, destacándose por su capacidad de reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, una preocupación global prioritaria. Nuclearis https://nuclearis.com/src/pages/projects.html cuenta con una sólida experiencia en desarrollos de ingeniería y fabricación de componentes esenciales para la industria nuclear orientados a la generación eléctrica.
Para lograrlo, ha obtenido y acreditado las certificaciones más exigentes del sector, lo que le ha permitido posicionarse como la primera —y hasta ahora única— empresa de América Latina en cumplir con estos estándares y exportar su producción.
Con este respaldo técnico, Nuclearis desarrolló la “ingeniería conceptual” de un microreactor revolucionario, conocido como “N-1”.
Aunque radicalmente innovador, el diseño del N-1 utiliza elementos ampliamente validados y conocidos en la industria nuclear, lo que facilitó la reciente obtención de su patente en Estados Unidos sin observaciones, despertando de inmediato el interés de inversores internacionales.
Santiago Badrán, CEO de Nuclearis, destaca que el concepto de un “reactor en cápsula”, desde su fase de prueba no nuclear, en planta piloto hasta su fabricación en procesos industriales a gran escala tipo “gigafactory”, y su instalación subterránea sin necesidad de manipular ni trasladar materiales radiactivos durante la puesta en marcha, marca una diferencia significativa respecto a lo conocido hasta ahora.
El N-1, al finalizar su vida útil de aproximadamente 20 años, durante los cuales puede generar hasta 17 MWh, permanecerá aislado de manera segura en la misma cápsula subterránea donde operó, bajo la modalidad de “silo seco”.
En esta entrevista, Santiago Badrán comparte los avances de Nuclearis en el proceso de financiamiento del proyecto, la próxima fase de pruebas no nucleares y los fondos internacionales que respaldarán su desarrollo.
Cabe destacar que el N-1 no compite, sino que se complementa con el recientemente anunciado ACR 300, con el que comparte conceptos tecnológicos clave, que aquí explica

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