Por qué los agricultores de Vermont usan orina en sus cultivos

Resumido del original de Becca Warner en el BBC NEWS del 1 de Marzo de 2025

En Vermont, Estados Unidos, un innovador programa de reciclaje de orina liderado por el Rich Earth Institute (REI) https://richearthinstitute.org/ está promoviendo el uso de este recurso como fertilizante agrícola, retomando una práctica ancestral utilizada en civilizaciones como la romana y la china.
Desde hace más de una década, unos 250 residentes del condado de Windham participan en el Programa de Recuperación de Nutrientes de la Orina (UNRP), donando anualmente cerca de 45.400 litros de orina. Esta se recoge, pasteuriza a 80 °C y luego se almacena para ser aplicada en los cultivos locales durante las fases de mayor absorción de nutrientes por las plantas. La orina humana contiene nitrógeno y fósforo, los mismos nutrientes presentes en los fertilizantes sintéticos. Sin embargo, su producción industrial implica un alto costo ambiental: el nitrógeno se obtiene mediante un proceso intensivo en energía (Haber-Bosch), mientras que la extracción de fósforo genera residuos tóxicos.
Utilizar orina como fertilizante, en cambio, reduce significativamente el impacto ambiental, ahorra agua y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde 2012, el REI estima que ha evitado el uso de más de 10 millones de litros de agua al prescindir del uso convencional del inodoro.

Además, el sistema actual de tratamiento de aguas residuales no elimina completamente los nutrientes de la orina, lo que contribuye a la contaminación de ríos y lagos mediante la proliferación de algas, fenómeno que altera ecosistemas acuáticos. Al aplicar la orina directamente en el suelo agrícola, se aprovechan estos nutrientes para el crecimiento de cultivos como espinacas y col rizada, que pueden incluso duplicar su rendimiento sin fertilizantes industriales.
El equipo de REI y los agricultores implementan prácticas responsables para evitar que la orina aplicada se filtre a los cursos de agua. Esto incluye controlar la humedad del suelo y programar la fertilización durante las fases de crecimiento más activo de las plantas. Aunque reconocen que no es un sistema completamente libre de escorrentía, sí representa una mejor alternativa frente al modelo convencional, donde tanto la orina como los fertilizantes industriales terminan en los cuerpos de agua.

El proyecto de Vermont es pionero en Estados Unidos, pero existen iniciativas similares en otros países. En Francia, voluntarios recolectan orina para proteger el río Sena y fertilizar trigo; en Suecia, se ha desarrollado un producto para convertir orina en fertilizante en respuesta a los daños ecológicos en la isla de Gotland. También se han realizado pruebas piloto en Nepal, Sudáfrica y Níger. No obstante, la expansión de estos programas enfrenta desafíos regulatorios. Según Jamina Shupack, directora ejecutiva de REI, la orina no está adecuadamente categorizada en los marcos legales, lo que dificulta su manejo fuera de los sistemas de aguas residuales. Para sortear estos obstáculos, REI ha desarrollado alianzas estratégicas y un conocimiento detallado de la normativa, colaborando con transportistas autorizados y adaptándose progresivamente a los requerimientos legales.
Este enfoque innovador no solo recupera un recurso desaprovechado, sino que también ofrece una alternativa más sostenible para la agricultura del futuro.

Ver nota completa en https://www.bbc.com/future/article/20250227-the-vermont-farmers-using-urine-to-grow-their-crops

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