Para el fabricante de chips más grande del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, la pandemia de covid-19 ha sido una bendición. Un aumento en la demanda de dispositivos, junto con una recuperación económica mundial más rápida de lo esperado, provocó una escasez de chips. Eso hizo subir los precios, lo que hizo que los ingresos de TSMC se dispararan. Sus ganancias para el primer trimestre de 2022, publicadas el jueves, llegaron a la impresionante cifra de 7.000 millones de dólares. Los ingresos del primer trimestre, publicados la semana pasada, aumentaron un 36 % interanual.
Pero los buenos tiempos pueden no durar. TSMC ha advertido que el costo de las materias primas está aumentando. La guerra en Ucrania podría empeorar las cosas, ya que el país produce una gran parte del neón de grado semiconductor del mundo. La demanda de los consumidores parece estar desacelerándose en medio del lento crecimiento económico y la alta inflación. Las nuevas y enormes fábricas de chips que se están construyendo en Estados Unidos y Europa podrían eventualmente aliviar la escasez, pero eso llevará un tiempo: ASML, el único proveedor mundial de máquinas avanzadas para la fabricación de chips, ha advertido sobre interrupciones durante al menos los próximos dos años.
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