Bioceres, la empresa que nació en plena crisis del 2001 y aspira a ser el próximo unicornio

PorSebastián Lucas Ibarra EN VISION DESARROLLISTA

Apenas una semana después del corralito y una antes a la caída del presidente Fernando De la Rúa, nació Bioceres. Desde aquel 12 de diciembre de 2001, la empresa especializada en biogenética, desarrolla cultivos resistentes a distintas adversidades.  Como el caso del trigo transgénico que, gracias a la incorporación del gen HB4, resiste a la sequía. Hace unos meses, Bioceres fue noticia porque Brasil aprobó la importación de esta variante de trigo, lo que abrió una gran oportunidad para la comercialización de un producto de la ciencia argentina. Hoy lo es nuevamente porque China aprobó la soja transgénica desarrollada por la compañía, tras casi seis años de negociación.

«¿Qué país tiene mayor presión selectiva para la antifragilidad que la Argentina?», plantea Trucco y concluye: «Pocos». El CEO de Bioceres explica que la antifragilidad se manifiesta cuando una empresa prospera en la adversidad. «Vos podes hacer de esto tu desventaja competitiva o tu ventaja competitiva».

Trucco se define como un científico frustrado. Bioquímico de formación y enfocado en biología molecular orientada al agro, continuó el legado de su padre y fundador de la firma, Víctor Trucco, innovador y destacado pionero  de la agrobiotecnología y primer presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID). Trucco padre  tenía la visión, hecha hoy realidad, de que Argentina era capaz de hacer biotecnología propia para resolver los desafíos de sus cultivos.

Bioceres se constituyó en sus comienzos como una gerenciadora de inversiones en tecnología para el agro con el objetivo de «ayudar a grupos de investigación públicos a conseguir fondeo que en ese momento era muy complicado, en un Estado quebrado», explica Federico Trucco. Un momento clave en la historia de la compañía fue la asociación con el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) del CONICET, que había sido creado por la bioquímica Raquel Chan. La alianza potenció las investigaciones de Chan en torno a su descubrimiento, el gen HB4, que hace a los cultivos resistentes a la sequía. En 2008 y 2009 las pruebas para soja y trigo fueron un éxito y derivaron en el que tal vez sea el desarrollo científico argentino más importante en lo que va del siglo. La soja HB4 fue aprobada en 2015 y el trigo transgénico, en octubre de 2020. Argentina fue el primer país del mundo en autorizar este tipo de trigo; Brasil siguió sus pasos recientemente, lo que significó un gran éxito  para Bioceres y un antecedente importante para que hagan lo mismo China y EEUU. La soja resistente a la sequía, por su parte, ya está aprobada en  EEUU, Brasil, Canadá, Paraguay y China, que la autorizó la semana pasada. El pedido de autorización en China había sido presentado el 21 de octubre de 2016.

Exportación de ‘startups’

Para Bioceres, la crisis de 2001 generó lo que Trucco define como «una verdadera ventaja comparativa»: la misma inestabilidad macro argentina permitió que la firma contratara empleados y accediera a propiedad intelectual en biotecnología a costos bajos. El problema, sostiene, vino después: «Mientras vos quemás plata, Argentina es bárbaro; cuando empezás a ganar, te mata”. El CEO de Bioceres explica que el problema aparece cuando al momento de escalar o monetizar los proyectos. En esa entonces sí juegan  en contra la volatilidad macroeconómica de Argentina, con sus restricciones de acceso a mercado y de flujos de capitales. Este aprendizaje los llevó a generar un nuevo modelo de negocio acorde a la incertidumbre y limitaciones que caracterizan nuestra economía.

Nota completa en VISION DESARROLLISTA https://novotecnologia.net/bioceres-la-empresa-que-nacio-en-plena-crisis-del-2001-y-aspira-a-ser-el-proximo-unicornio/


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